“No hay ciudad sin mar, pues aun en las del interior no deja éste de estar presente en ciertas ubicaciones donde la sensación de contigüidad con el fin del mundo nos hace presentir el influjo del mar”
Eduardo Abadía Sicilia
El mar, en Madrid, se siente cerca de Atocha, donde el cielo desemboca por fin en el horizonte, y parece que, logrando salvar algunos obstáculos, pronto aparecerá el puerto (que podría llamarse La Solana, puerto que sin duda habría ido generando una tradición de criminales y hampones casi instantáneamente politizables en cualquier noche de desbordamiento social y disturbios.
jueves, 15 de mayo de 2008
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